Escuelas de Fundamento Interpretativo

CONJUNTO LIBRE & THE FORT APACHE BAND

Esta sección es dedicada a dos de las más importantes formaciones de salsa y jazz latino de Nueva York. Su aporte fundamental a la interpretación de los ritmos afroantillanos es una hoja de ruta, decenas de agrupaciones han replicado sus estilos interpretativos y repertorios. Este es un humilde reconocimiento artístico al trabajo artístico invaluable de estas dos agrupaciones.


CONJUNTO LIBRE

El Conjunto Libre por su calidad y libertad radical puede definirse como un auténtico Todos Estrellas neoyorkino. Ejemplo de rigurosidad y conciencia interpretativa de la salsa de barrio. Una institución de fundamento, reproducción y proyección de múltiples saberes musicales (músicas cubanas, puertorriqueñas, jazz clásico y afrocuban jazz). Desde su primera presentación en John Jay College (24-10-1974), esta banda musical ha puesto en práctica una suerte de experimentación controlada con base en el empaste sonoro de lo cubano, lo ‘criollo’ neoyorkino y el jazz afrocubano.

Fuente: Vásquez, Blanca. (s.f.). Mi gente. Journal Centro Vol. III (2), 62-76.

Fuente: Vásquez, Blanca. (s.f.). Mi gente. Journal Centro Vol. III (2), 62-76.

THE FORT APACHE BAND

The Fort Apache Band ha representado la más compleja apuesta interpretativa de la rumba y el jazz en un solo discurso musical. No existe un quinteto en el jazz afrocubano de Nueva York con su trayectoria y vigencia. Ninguno con la elaboración y lealtad a un discurso musical profundo y consecuente, afirmado y reafirmado una y otra vez, durante más de tres décadas de estudiada lectura de los estándares, la improvisación rumbera y jazzística.

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El debut de este grupo se produjo en el Festival de Jazz de Berlín (05-11-1982), presentación oficial registrada en el disco «The river is deep» (ENJA, 1982).

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EL GUERRERO UNIVERSAL DEL FUERTE APACHE

Cuenta la leyenda que hace varias décadas un músico en Nueva York transitaba del barrio a la ciudad, por la vía del subway, con una trompeta en la mano un par de turbadoras al hombro. Su destino podía ser el club nuyorican Village o el Sound Scape, en los cuales noche tras noche desenfundaba su trompeta y afinaba sus tambores, con un entusiasmo tal que hubiese deseado tener cuatro manos para tocarlo todo simultáneamente. Edificar un discurso musical, junto a otros convertidos a la nobleza de la música por su musicalidad y el arte por el arte, se convirtió en su obsesión. en esa experiencia de labor colectiva, ese músico construía de manera relaciónal su personal musicalidad, en la cual se apoyaba la realización de su primer proyecto como líder de formación musical: Jerry Gonzalez & The Fort Apache Band.

Gerardo Antonio González todos, nació en Nueva York el 5 de Junio de 1949, ha trabajado en esa ciudad con muchas orquestas, pero The Fort Apache, Conjunto Libre y el Grupo Folklóriko y Experimental Nuevayorkino, representan demasiado para él. Las tres han sido instituciones sonoras de la mayor calidad. nacidas al calor de las históricas sesiones de descarga latina, acaecidas en los primeros años de la década de 1970, en el sótano de la casa de sus padres. Esa práctica musical de las sesiones de descarga latina, supone el encuentro ecléctico de músicos cultores de diversos géneros y estilos, los cuales miden fuerzas, conceptos y desarrollos de manera libre - se remonta a los años 50’s, cuando en aquella década esos encuentros sucedían en la azotea de los edificios, uno de ellos era donde vivía Manny oquendo. esas descargas de barrio, se convirtieron en verdaderos talleres de profundo aprendizaje formas e informal. la premisa “se toca como se vive ”, en sus manos y labios se convirtió en una actitud consciente y consecuente, la fuerza de su vivencialidad se transformó en poder. De tal manera, conciencia y poder influyeron positivamente en la comunidad latina inmediata y en la más amplia en constante transitó nomádico por el mundo. Fort Apache band toca de memoria, su formato es reducido pero su dimension sonora se agiganta con la profundidad y expresividad de veteranos maestros que no han dejado perder el ímpetu de su primera actuación. Por toda esa alegría consciente, el grupo se convirtió en una banda de culto, de la cual deseamos saberlo todo.

LA LEYENDA DEL BARRIO

La salsa es el producto cultural de una comunidad heterogénea de individuos inmersa en el barrio latino de Nueva York, territorio el cual se convirtió en el contexto primario para el desarrollo de sus distintas formas de sociabilidad. La salsa describió de manera fidedigna el sentir, las aspiraciones sociales y las diversas problemáticas que experimentaron los latinoamericanos en los 60’s y 70’s. A finales de la década del 60, Jerry González conoció a Frankie Dante, cantante y director de la orquesta Flamboyán (República Dominicana, 1945/Nueva York, 1993). Dante, se destacó por su expresiva rebeldía textual y sonora contra el establecimiento, también por su decidido mensaje pacífico en tiempos de Vietnam. Se autodefinía como el John Lenon de la salsa , con un tono contestatario y vital en la onda de Ismael Quintana.

Jerry González, el jefe apache, evolucionó de la salsa al jazz latino con la misma familiaridad que camina el newyorker por el barrio latino, saludadnos con un puño al aire de las gangas apostadas sobre las esquinas, las cuales gozaban de mucho tiempo libre para ver pasar la vida; con la maña, el estilo propio y la confianza que proporciona el saber de sus dominios, caminaba por los barrios buscando ambiente para un nuevo rumbón de esquina, el cual como paliativo pudiese quitarle, al menos de momento, el malestar de una realidad social que no había elegido vivir. Este cronopio -como dijese Júlio Cortazar- espectral y musical hecho en la calle a pulso, ha vivido la vida como la de un personaje fugado, de un cuento de barrio, que despierta en la noche y acude al encuentro con un nuevo amanecer, el cual se convierte pronto en su nuevo medio día.

Nunca pudo desmarcarse de las influencias determinantes que condujeron el desarrollo de su musicalidad. Todavía escucha las grabaciones de Arsenio Rodríguez, Arcaño y sus Maravillas y Cal T’jader, entre otros, la música favorita que desde que era un niño su padre el cantante Gerardo González les enseñó a apreciar, sembrando en él y su hermano Andy la disposición por la música afrolatina. Siempre que se hable del trabajo de este músico, se debe tener en cuenta la figura cercana de su hermano Andy, uno de los músicos más completos de la segunda generación de nuyoricans en Estados Unidos, y a su vez fiel escudero en interminables actuaciones en tarima. Jerry González, conoce profundamente el jazz latino, y eso en palabras concretas equivale a decir que comprende los nexos, que está música de raíces afro-americanas supone.



CARLOS A. HERNANDEZ